Hace poco más de un mes aparecieron en mi página de autora de Amazon.com dos comentarios, los dos para la misma publicación, escritos el mismo día y los dos de dos estrellas, aunque bastante distintos entre sí.
No le di más importancia. París puede esperar es prácticamente un cuento, un relato corto que ha iluminado mi 2020 y que a esas alturas estaba a punto de llegar a las mil valoraciones (ahora va por las mil doscientas), una historia que escribí en una semana en abril, sin pensarlo, sin esperarlo y con la cabeza volada temiendo que el cielo se desplomase de un momento a otro (y aún no estoy muy convencida de que no vaya a ocurrir), así que entiendo perfectamente que a todo el mundo no le parezca una obra cumbre de la narrativa contemporánea (aunque yo quiera a Ali y Manu con locura y nunca dejaré de darles suficientes gracias), cuando a los pocos días llegaron dos más...