La verdad sobre el caso Harry Quebert: best seller internacional, traducido a treinta y tres idiomas, ganadora de prestigiosos premios literarios... uno de esos raros casos en los que lectores mayoritarios y críticos parecen coincidir. Con decir que en la cubierta califican a Joël Dicker como un cruce entre Stieg Larsson (Los hombre que no amaban a las mujeres) y Philip Roth (La mancha humana)... Con semejante combinación era de temer que la novela resultase un engendro similar a Frankenstein, y algo de eso ahí, pero no, no es tan monstruosa como Frankenstein.
La acción transcurre la mayor parte del tiempo en una pequeña localidad de New Hampshire, Aurora. Hay una llamada a la policía, una chica muy joven es aparentemente perseguida, desaparece y nunca nadie más vuelve a saber de ella. Y después...
"Todo el mundo hablaba del libro..."
Dicker nos presenta a Marcus Goldman, una especie de alter ego del propio Dicker (alter ego falso, por supuesto, pero los paralelismos son evidentes y forman parte del juego que es la novela). Marcus ha tenido un gran éxito editorial a una edad muy temprana y ahora está en crisis. Cuando ya se siente desesperado recurre a su antiguo amigo, Harry Quebert, un hombre que entró en la historia de la literatura con tan solo treinta años y gracias a una única obra: Los orígenes del mal. Harry le da buenos consejos, como siempre ha hecho, pero acabará por darle algo mejor, el tema para su nuevo libro. Cuando el cadáver de la joven Nola Kellergan, desaparecida hace treinta y tres años, aparezca en el jardín de Harry, Marcus tendrá que emplearse a fondo en la investigación para limpiar el buen nombre de su amigo.
A
primera vista confieso que el argumento me pareció una mezcla entre Twin Peaks y
Descubriendo a Forrester, y a segunda también, pero más que cualquier
otra cosa La verdad sobre el caso Harry Quebert es un juego literario, un complicado ejercicio de estilo, un engranaje ambicioso y difícil pero que funciona tan perfectamente como un reloj.
Tras el argumento estrella de "¿quién mató a Nola Kellergan?" nos encontramos con una historia compleja. Dicker mezcla pasado y presente, ficción y novelas dentro de la novela, puntos de vista y diferentes voces y perspectivas, y a pesar de ello consigue que la narración sea diáfana saltando de una realidad a otra sin problemas y desplegando todos sus frentes con claridad. Está escrita con el tono frío y desapasionado propio del género y cae en todos los tópicos a conciencia, porque de eso se trata, es una vuelta de tuerca, una reinvención, una deconstruccion del género policiaco. Y como tal me ha gustado, aunque muchas cosas me hayan chirriado y en ocasiones se me haya hecho un poco larga y forzada. Sobre todo por los personajes. Todos ellos me han parecido deliberadamente estereotipados, planos, de un solo perfil: el escritor joven y confuso, la figura paterna del mentor, el poli cascarrabias y buena gente, el editor megalómano, la camarera guapa y estúpida, la madre de opereta... todos más personajes de novela que reales, como si Dicker los hubiese recortado y pegado al papel, pero ¿acaso no son irreales todos los personajes de novelas? Dicker se esfuerza en subrayarlo e ilustra todos los clichés posibles.
Cuestión aparte es Nola...
"N-O-L-A"
Nola, quince años, enamorada y llena de vida, capaz de volver loco de amor al maduro Harry Quebert y llevarle a escribir una obra maestra. ¿Lolita? No, Lolita, no. Lo de Lolita es solo otro guiño de Dicker. La verdad con el caso Harry Quebert tiene poco o nada que ver con Lolita. Nola es el eje de todas las tramas (y son muchas) y todo gira y orbita alrededor de ella. Dicker va cambiando sucesivamente su pérfil para mostrarnos un retrato facetado y fragmentado cuyas piezas no reuniremos hasta el final.
Se me ocurren muchas más cosas que comentar de ella, pero no una forma ordenada de exponerlas (y eso me hace admirar más a Dicker, porque incluso comentar su novela es difícil. Se trata de una historia interesante, exhaustiva en ocasiones, que tira de todos sus cabos y no deja ninguno suelto, un poco tramposa, (pero es que eso también era obligado) y con un buen final, un final que pese a las advertencias sobre "el gran final" que hacen que las expectativas crezcan, consiguió sobradamente estar a la altura. Me pareció muy brillante.
También antes de terminar querría comentar lo de la supuesta fórmula del éxito para escribir una gran novela que Dicker desarrolla y va siguiendo más o menos religiosamente. Son treinta y una recomendaciónes de Harry a Marcus y con cada una de ellas se inicia/ilustra un capítulo. Son buenos consejos, ciertos y también tópicos. Unos me han gustado más que otros, pero no se puede negar que el último está cargado de razón.
"Un buen libro Marcus, es un libro que uno se arrepiente de terminar"
Si tengo que ser sincera, he que reconocer que yo me he alegrado mucho de terminar las 672 páginas de La verdad sobre el caso Harry Quebert, pero eso sí, no me arrepiento de haberlas leído...
Coincido en gran parte contigo. La he disfrutado más como ejercicio de estilo que como novela. Ha sido como ver una obra desde donde está la tramoya, viendo a la vez lo que se representa en el escenario y el engranaje del teatro.
ResponderEliminarEs una comparación muy acertada, José :) tiene ese doble interés pero el hecho de ver la "tramoya" perjudica un poco a la representación ;) Muchas gracias por pasar!
ResponderEliminarMmm, con lo de Twin Peaks y Descubriendo a Forrester mas has convencido ;) bueno, sobre todo con los 33 consejos (que sabes que me flipan) y con toda la reseña en general, mira que no suelo leer policíaco, pero bueno, me lo apunto ;)
ResponderEliminarUn superabrazo!!!
Bueno, si quieres ya te hago yo un resumen con los consejos, pero estoy segura de que muchos ya los conoces!!! :))))
EliminarMucho tiempo sin escribir ( en ningún lado), pero esto es demasiada casualidad, hace dos horas justas que terminé de leer este libro y encuentro tu reseña. Como era de esperar, coincido plenamente con vos, el libro es entretenido, prueba de esto es que me lo leí en menos de dos días, pero tiene muchas cosas que me molestaron, por ejemplo los dialogos, especilamente con su madre y su preocupación por el casamiento del escritor, los personajes también son muy planos, estereotipados y no dejan muy bien al género femenino, pero bueno, a final el libro logra su objetivo, entretiene, tiene varios giros interesantes y te hace pasar un buen momento intrigada por lo que le paso a la pobre Nola. Besos Gigi
ResponderEliminarAy Gigi ♡ ♡ ♡ Pero gracias a Dicker has escrito!!! XD Eso sí que me gusta ^ ^ y que coincidamos, pero eso es más normal :) lo de la madre ya era por demás, pero bueno, se entendía que era por poner un punto de humor, pero Jenny??? Y la madre de Jenny??? Estoy contigo en que las mujeres no es que salgan muy bien paradas, habrá que vengarse con unos cuantos tipos, de novela, claro XD
ResponderEliminarY que ya sabes cuánto me gusta que aparezcas, sea por dónde sea :)))))