Homeland y los amores difíciles

Esta semana Cuatro ha comenzado a emitir, después de no sé cuánto tiempo anunciándola, una de mis series favoritas, Homeland. Y aunque a Homeland le sobran las recomendaciones y las buenas críticas, yo también quería hablaros de ella y de sus protagonistas. El sargento Nicolas Brody y la agente de la CIA Carrie Mathison.

Brody es un marine. Fue capturado durante la guerra de Irak y se le dio por muerto, pero resulta que ocho años después de su desaparición, un grupo antiterrorista descubre a Brody encerrado en un zulo. Ocho años. Ocho años separado de su familia, de su país, del mundo, aislado y torturado... La noticia ocupa todos los titulares y la nación y el vicepresidente (en Homeland es como si el presidente de Estados Unidos no existiera, todo pasa por el vicepresidente) se preparan para recibir a su nuevo héroe, no sin ciertas reservas, porque nadie está muy seguro de cómo va a reaccionar un hombre que ha pasado ocho años metido en un hoyo bajo tierra.

Pero quién más reservas tiene es Carrie, Carrie fue alertada, mientras desempeñaba una misión en Irak, de que había un prisionero de guerra que se había pasado al enemigo. Y está convencida de que Brody es ese hombre. Por suerte Carrie cuenta con la confianza de Saul Berenson, maravillosomente interpretado por Mandy Patinkin, Saul es su supervisor y su amigo. Una persona honesta y un poco fuera de lugar en un mundo que ha perdido, si es que alguna vez los tuvo, todos los valores.

Y estas son las premisas de Homeland, espías, militares, políticos, terroristas... Lidian una guerra sobre la base de la ambigüedad moral. Y es que en Homeland es muy difícil saber quienes son los buenos y quienes son los malos, pero si os gustan los personajes sólidos, las intrigas potentes y las historias bien construidas no podéis perdérosla. Ni si como a mí os gustan los amores difíciles, porque el de Carrie y Brody es uno de esos amores.

Carrie desconfía de Brody, es una mujer inteligente y muy buena en su trabajo, pero que arrastra un grave problema mental que le viene de familia y que la induce a la paranoia. Brody tiene una esposa y unos hijos que ya no le conocen y graves traumas consecuencia de su encierro. Carrie está convencida de que Brody miente y por eso hace todo lo posible por acercarse a él, acercarse hasta límites obsesivos.

¿Tiene razón Carrie? ¿Es Brody un terrorista y un traidor a su patria? ¿O es una loca desquiciada que persigue a un hombre que ha sufrido hasta límites intolerables? Mientras lo descubrimos Carrie y Brody se enredarán en una relación cada vez más complicada y retorcida. Desconfianza, traiciones, mentiras, locura... como veis no le falta de nada. Y a mí me gusta eso, me gusta esa pulsión que late entre ellos, que nace contra toda lógica, que resiste a todos los inconvenientes, que permanece a pesar de las sospechas y las puñaladas por la espalda. Porque en el fondo Carrie y Brody son dos almas rotas y su única posibilidad de amor y comprensión la encuentran el uno en el otro.

Así que lo dicho, muy, muy recomendable. Os dejo con la intro y sus noticias alarmantes mientras de fondo suena música de jazz.

Homeland Intro Credits. from Vitumen Occhio on Vimeo.