Cuatro días en Londres - Erika Fiorucci

Hoy os dejo la reseña de una novela corta pero perfecta. Ideal para aligerar las tardes de agosto. Me ha encantado y no quería dejar de recomendárosla.

Marianne (hasta el nombre me gusta) es una periodista que se ha quedado sin trabajo. Durante demasiado tiempo se ha volcado en un oficio que no la ha recompensado en la misma medida. Cuando plantea un ultimátum a su jefe, este simplemente la deja ir. Así que ahora no sabe muy bien qué hacer con su vida. Una amiga la propone un viaje por Europa. Visitar capitales, ver museos, hacer compras, tener sexo con desconocidos...

—¿QUÉ? —Eso sin duda NO estaba en mi lista. Era peligroso.

Es cierto. Eso no estaba en la lista, pero si la última noche de tu estancia en Londres se te acerca un tipo que parece escapado del catálogo de una agencia de modelos y se empeña en tener sexo contigo, ¿tú qué vas a hacer?

Marianne hace lo que haría cualquiera en su lugar, y eso que está un poco reticente, es una mujer normal, algo neurótica, desconfiada, con no demasiada buena suerte, pues eso, normal..., y no acaba de encontrarse cómoda. Al final su noche con Sergei, así se llama él, se torcerá, ¿no os dije que Marianne no tenia suerte? Pero a cambio conocerá a Vadim...

Y ya no os cuento más, porque lo demás tenéis que leerlo. Solo os digo que eso de que, cuando empiezas ya no puedes parar hasta el final, es rigurosamente cierto con Cuatro días en Londres. Es una historia fresca, divertida, inteligente que se me pasó volando y me hizo reír sola en muchas ocasiones.

Charles me saludó políticamente con una inclinación de cabeza, pero sus ojos seguían estando perplejos. Tenía ganas de sacar al hombre de su asombro diciendo algo como «no vaya a creer que soy una prostituta que solo toma como clientes a los nativos de la antigua Unión Soviética», pero no tenía por qué pagar con el portero mi propio embarazo.

Sergei y Vadim son buenos personajes que además hacen un oportuno contraste. Sergei, aparentemente frívolo y encantador, Vadim más serio y ambivalente. Marianne lo tendrá claro desde el principio. A mí me gustan los dos, pero quién más me gusta es ella. Realista, responsable, con los pies en el suelo y la cabeza no se sabe dónde, con debilidades, con arrebatos, con mucho amor para entregar, pero también con amor propio, Marianne es sencillamente estupenda.

—Eres una mujer muy complicada, Marianne. 
—Por el contrario —dije haciendo un gesto displicente con la mano—, soy una persona bastante simple. Aquellos a quienes les gustan pocas cosas y son casi maniáticos con ellas son los complicados.

Habrá problemas de comunicación, equívocos y malos entendidos. Nada que no se pueda solucionar. No hay grandes complicaciones en Cuatro días en Londres, pero está muy bien contada, y logra justo lo que pretende, hacer que pases un buen rato y que te olvides de todo lo demás mientras la lees.  

Y si todavía no estáis convencidos o si queréis leer más de Erika Fiorucci podéis echar un ojo a su página en Tumblr, por ejemplo a su artículo Soliloquio desesperado sobre "Bajo la misma estrella" . Yo ya había oído visto muchos buenos comentarios acerca de Cuatro días en Londres, pero lo había ido dejando. Sin embargo, cuando leí ese artículo, fui corriendo a por ella. Porque estaba segura de que alguien que escribía con tanta convicción, tanto humor y tanta pasión por la vida y la literatura tenía que gustarme por fuerza. Y no me equivoqué...