Hoy vuelvo con otra vieja leyenda de Toledo, una que creo que viene bien para estos calores, la del baño de la Cava.
El pequeño torreón, antiguo embarcadero, que se ve a la izquierda de la foto, es el paraje del baño de la Cava. Se puede visitar dando un paseo por el río y queda muy cerca del puente de San Martín, que se entreve en el extremo derecho. Detrás está la muralla y el edificio que destaca al fondo es San Juan de los Reyes. De todos modos, cuando a la Cava se le ocurrió ir a bañarse allí ninguno de esos edificios estaba en pie, ya que la historia se remonta al año 710.
En aquella época, Rodrigo era un rey visigodo que había llegado al poder de forma no muy clara. Las crónicas hablan de la prematura muerte de Witiza, su antecesor, asesinado a los veinticinco años. Si Rodrigo fue o no el responsable no es fácil dilucidarlo ahora, el caso es que su reinado duró poco y causó enfrentamientos en la nobleza, dividida entre sus partidarios y los sobrinos de Witiza. Mientras los nobles guerreaban ente ellos, mayores problemas se avecinaban desde el sur, y aquí es dónde nace la leyenda de Florinda, la Cava.
Florinda era hija del conde de Ceuta, Don Julián y, siguiendo la costumbre, su padre la envió a la corte a fin de completar su educación, y para que encontrase marido, que al fin y al cabo era para lo que se la educaba. Podemos imaginar a Florinda en Toledo, sin padre ni madre cerca, igual que si estuviese de Erasmus. Seguro que tenía voluntad de aprender, pero también quería disfrutar de la vida.
Así que una mañana calurosa, y os aseguro que aquí en verano las mañanas son muy calurosas, en la que había salido acompañada de sus amigas, a Florinda no se le ocurrió otra cosa que bañarse desnuda en el río, muy cerca del palacio de Rodrigo, que la vio... Florinda era joven y bella y ni siquiera el rey estaba acostumbrado a ver jóvenes desnudas bañándose bajo su ventana. Rodrigo perdió el sentido, la razón y al poco tiempo perdería también el reino.
Con la cabeza nublada por la pasión, Rodrigo pretendió en amores a la Cava y no tardó en conseguir su objetivo. Tampoco está claro lo que ocurrió en este punto, pero parece ser que Florinda y Rodrigo mantuvieron una corta e intensa relación. Dicen que él estaba loco por ella, sin embargo se resistía a hacerla su esposa. Os podéis imaginar, Rodrigo era un hombre de su tiempo y en el fondo seguramente pensaba que Florinda era un poco fresca. Si hubiese tenido ocasión habría terminado casándose con alguna otra joven, más pudorosa, más contenida y más aburrida. Lo que pasó es que Florinda no le dejó.
Ya sea arrepentida o despechada por el desaire de Rodrigo, Florinda escribió a su padre y le dijo que el rey la había forzado y tomado como amante y que se negaba a hacerla su esposa. Don Julián, herido en su amor propio, reclamó a su hija y el rey no dudó en devolvérsela. Otro error.
La honra perdida de Florinda y el honor humillado de Don Julián exigían venganza. Don Julián busca a los sobrinos de Witiza y facilita un encuentro con Musa ibn Nusair, caudillo árabe. Los sobrinos y el caudillo llegan a un acuerdo: unirán sus fuerzas y así derrocarán a Rodrigo, después se repartirán el reino. Don Julián deja franco el paso, los ejércitos árabes cruzan el estrecho y Rodrigo es derrotado en la batalla de Guadalete. La nobleza visigoda se descompone rápidamente y se rinde a la fuerza de los musulmanes. Los pactos con los sobrinos de Witiza quedan olvidados y en dos años los árabes dominarán toda la península, con excepción de Asturias. De la Cava nunca más se supo.
Son cosas que tenían que pasar. Por mucho que la tradición culpe a la Cava, y que la historia sea más entretenida así, la desunión de los visigodos hacía imposible la resistencia, y además la ocupación árabe fue muy positiva en muchos aspectos, con lo cual, en lugar de echarle la culpa, habría que dar las gracias a Florinda. El caso es que como siempre me he alargado más de lo que pretendía y ni siquiera os he puesto el romance.
A mí me lo contaron en el castillo de la Muela en Consuegra. Una fortaleza que se remonta a la época romana y a la que, según cuentan, Rodrigo llevó a la Cava para alejarla de la corte y vivir allí con más discreción sus amores. Realizan visitas teatralizadas, una forma estupenda de conocer la historia, sobre todo si vais con niños, y además también se pueden visitar los molinos de viento, y el mismo pueblo tiene muchos lugares de interés. Si pasáis por allí, no os lo perdáis.
De una torre de palacio se salió por un postigo
la Cava con sus doncellas con gran fiesta y regocijo.
Metiéronse en un jardín cerca de un espeso ombrío
de jazmines y arrayanes, de pámpanos y racimos.Junto a una fuente que vierte por seis caños de oro fino
cristal y perlas sonoras entre espadañas y lirios,
reposaron las doncellas buscando solaz y alivio
al fuego de mocedad y a los ardores de estío.Daban al agua sus brazos, y tentada de su frío,
fue la Cava la primera que desnudó sus vestidos.
En la sombreada alberca su cuerpo brilla tan lindo
que al de todas las demás como sol ha escurecido.Pensó la Cava estar sola, pero la ventura quiso
que entre unas espesas yedras la miraba el rey Rodrigo.
Puso la ocasión el fuego en el corazón altivo,
y amor, batiendo sus alas, abrasóle de improviso.De la pérdida de España fue aquí funesto principio
una mujer sin ventura y un hombre de amor rendido.
Florinda perdió su flor, el rey padeció el castigo;
ella dice que hubo fuerza, él que gusto consentido.Si dicen quién de los dos la mayor culpa ha tenido,
digan los hombres: la Cava y las mujeres: Rodrigo.
Me encantan las leyendas, es una sección preciosa, mi chica :D
ResponderEliminarY me has dado gana de una visita teatralizada de esas, aunque ahora el niño no lo iba a disfrutar mucho, jejeje, pero yo sí ^_^
Un superabrazo!!!
Ya te digo que lo ibas a disfrutar, un día, o mejor una noche, te voy a arrastrar a Toledo, que tambien hacen recorridos dónde te puedes encontrar con fantasmas y caballeros sin cabeza, o con la mano en el pecho :P Todo entre calles oscuras, estrechas y laberínticas... Un planazo, vaya ^ ^ Tú ves haciéndote a la idea ;)
EliminarJajaja, este Rodrigo era el Paquirrín de la época.
ResponderEliminarMe ha encantado!
Es verdad, José y ella es una antecesora de la que dijo aquello de "la he liao parda". Es que la historia siempre se repite XD
ResponderEliminarMe ha encantado el post.
ResponderEliminarPero además esta historia me recuerda a otra de ciencia ficción que leí hace tiempo y que ahora no consigo localizar. Cambia musulmanes por extraterrestres y ya lo tienes :P
Bonita historia!
ResponderEliminarGracias Marisa...
Extraterrestres... pues casi lo mismo XD Si es que está todo inventado... Y gracias a los dos por pasar y encima comentar. Sois grandes amigos, lo sabéis, verdad??? *.*
ResponderEliminarNo deja de ser interesante la leyenda, que por ejemplo se expone en “Historia de la Villa de Gijón.” (Rendueles Llanos. P. 38), que se suma a la realidad, transmisión oral con pátina del tiempo, y que se junta con el obispo Don Oppas, Don Julián, los hijos de Witiza, Muza-ben-Noseis (éste con sede en Tánger), y el papa de la época que estuvo enfrentado con el Rey Witiza y a continuación igualmente con el Rey Don Rodrigo; al otro lado, el Rey visigodo Don Rodrigo. El coctail nos llevaría a consideraciones sobre el máximo responsable o los más responsables de la venida y victoria de los árabes y bereberes en la Península.
ResponderEliminarLa leyenda de Florinda "La Cava", añade un elemento de interés en aquellas circunstancias.
JOAN PALMAROLA I NOGUÉ
Autor del libro: "Gaudí, una aproximación a la masonería" (Akron & Csed)
Muchas gracias por añadir datos de interés, Joan. El periodo medieval es una fuente inagotable de historias más o menos verídicas, pero siempre apasionante.
Eliminar¡Gracias también por la visita!
Magistral Marisa gracias
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